jueves, 18 de noviembre de 2010

ENRIQUE BANEGAS ESPINOZA, PARTE DE LA HISTORIA DE NUESTRO PARQUE INDUSTRIAL


Por Chacho Candia
Corrían los años sesenta en una Santa Cruz que ya se sacudía de una prolongada postergación, y uno de los proyectos más ambiciosos que encaró el, por aquel entonces, Comité de Obras Públicas (que posteriormente se convirtiera en la ya desaparecida CORDECRUZ), fue el de construir un parque industrial.
A Enrique Banegas Espinoza, Ing. Civil de profesión, casado con Martha Bejarano con quien tiene tres hijos, Nelson Enrique, Osvaldo y Patricia, le cupo la gran responsabilidad de ser uno de los principales responsables de realizar esta importante obra, aportando sus conocimientos profesionales con la responsabilidad y honestidad que siempre han caracterizado el accionar de este profesional cruceño.
El domingo generalmente es un día familiar, y el hogar de los Banegas-Bejarano no es la excepción. Visitamos al Ing. Banegas en su domicilio y lo encontramos rodeado de sus hijos, yerno, nueras y nietos; no obstante, conversamos sobre este tema mientras saboreábamos un delicioso café que nos invitó Marthita, su atenta esposa y compañera de toda la vida.
ZOOM . - ¿Cuáles fueron los orígenes de nuestro Parque Industrial?
E.B.E. – Fue durante la gestión del Ing. Rolando Aguilera Pareja que se consideró la construcción del Parque Industrial. En el año 1973 una empresa consultora de Brasil entregó el proyecto de factibilidad al, entonces, Comité de Obras Públicas de Santa Cruz, ahí me invitaron a formar parte del equipo de trabajo que se encargaría de estudiar y definir la ejecución de este proyecto; es así que ese mismo año se compraron los terrenos de, aproximadamente, 1.000 Has. en la zona del cuarto anillo externo, entre la Av. Cotoca y Alemania.
ZOOM . - ¿Qué fue lo que motivó la construcción del Parque Industrial?
E.B.E. – Yo diría que fueron cuatro los aspectos fundamentales que motivaron la ejecución de esta obra:
a) El aprovechamiento cabal de la infraestructura
b) El control de la contaminación ambiental
c) La complementariedad entre las industrias
d) La capacitación a los técnicos medio, fundamentalmente.
ZOOM . - ¿Quién financió esta importante obra?
E.B.E. – Inicialmente, lo hizo el Comité de Obras Públicas, con recursos propios compró el terreno y suministró los servicios básicos. Luego, el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) nos dio un préstamo de 6.500.000 $us (dólares americanos), lo que equivalía al 50% del total que se había presupuestado para toda la obra. Es importante destacar que el gobierno de aquel entonces, mostrando una gran predisposición a que esto se concretara, nos apoyó dándonos la garantía correspondiente ante el BID para que esta institución desembolse el dinero.
ZOOM . - ¿Cómo estaba conformado el equipo de trabajo?
E.B.E. – Yo fui  nombrado Coordinador General, y tuve la fortuna de ser apoyado por profesionales altamente capacitados, con gran responsabilidad, vocación de servicio y amor a su pueblo, ellos fueron los ingenieros, Jorge Velarde, Ismael Serrate, Johnny Moreno, el Lic. Negro Lozada y el Lic. Carlos (Fufy) Saavedra Bruno, que, a la sazón, tuvimos que “importarlo” de Bélgica, además de otros técnicos y personal administrativo de apoyo que también colaboraron, todos bajo la guía y supervisión de los ingenieros, Rolando Aguilera, Mario Foianini y Raúl Quintela.
ZOOM . - ¿Demandó mucho tiempo la construcción?
E.B.E .   Para un proyecto tan grande, que empezaba de cero, considero que cuatro años no es demasiado tiempo. Pero fueron años muy duros en los que se trabajó a destajo.
ZOOM . - ¿Cómo tomaron los industriales empresarios de la época, el hecho de tener que trasladarse desde el centro de la ciudad hasta las afueras del cuarto anillo?
E.B.E. – Esa tarea no fue fácil. Costó mucho hacerles comprender los beneficios, la conveniencia de este traslado. El Plan Regulador protagonizó un importante desempeño en este aspecto y finalmente los empresarios industriales aceptaron abandonar el centro de la ciudad, para ello se les brindó una serie de incentivos a los que no tenían los recursos necesarios para trasladar su empresa, como fue el caso de la mayoría de los carpinteros. Además, a las primeras industrias en trasladarse, se les dio un trato preferencial.
ZOOM . – ¿Recuerda cuál fue la primera industria en instalarse en el Parque?
E.B.E. – Claro que sí, fue SAO, la Sociedad Aceitera del Oriente.
ZOOM . - En otros departamentos del  país, ¿ya existían parques industriales?
E.B.E. – No, en el interior no habían parques industriales. La Paz y Cochabamba, posteriormente, hicieron los suyos, aunque a menor escala que el cruceño.
ZOOM . – ¿Hizo algún curso de capacitación, considerando que no había ninguna experiencia en este tipo de obras?
E.B.E. – Juntamente con el Lic. Lozada, y por cuenta del BID, viajamos a México, país con vasta experiencia en el tema. Allí tuvimos ocasión de empaparnos en todo lo referente a parques industriales, visitamos muchos y pudimos ver ventajas y desventajas, aciertos y errores, los ingenieros mexicanos nos hicieron ver claramente los errores en que habían incurrido ellos en su momento, lo cual fue muy bien capitalizado por nosotros para la experiencia cruceña.
Fue así que logramos construir un parque industrial modelo, que nada le envidiaba a los de Argentina y Brasil, y que ha servido de una formidable plataforma para catapultar vigorosamente el desarrollo de la pujante industria boliviana.
La noche del caluroso domingo, del mes más cruceño del calendario, ya se cerraba sobre nuestra gran aldea cuando abandonamos el agradable calor hogareño de los Banegas-Bejarano, dejando al Ing. Banegas, junto a su esposa (que no se despegaba de su lado), sumido en los recuerdos de una vieja  Santa Cruz, quizá de los tiempos cuando trabajó en la pavimentación, alcantarillado y relleno del primer y segundo anillo, ayudando de esta manera a que su pueblo se ponga pantalones largos.

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