miércoles, 23 de marzo de 2011

LORENA VILLALOBOS, EL ROSTRO DEL AMOR


Por Chacho Candia
Monte alto, selva virgen, cachuelas, bajíos, tigres, pumas, temibles caimanes, el canto armonizado de la garza y el pin pin en las riberas del imponente Mamoré, un corazón que late acelerado dentro del pecho de una hermosa mujer, cuya piel humedecida por el tórrido clima, es una insinuante invitación al amor. Es el Beni, tierra de canto y ensueño, de grandes músicos y poetas, pero, además…tierra de bellas mujeres.
Desde ese edén vino hasta nuestras llanuras, Lorena Villalobos Vargas, bella muchacha cuyo principal equipaje era un atadijo de sueños e ilusiones. Ella no lo sabía,… pero venía al encuentro de su destino.
Lorena, es Lic. en Administración de Empresas, está casada con Ernesto Justiniano Urenda con quien tienen una hija:  Dana, de apenas seis meses de edad y dueña de unos inmensos y hermosos ojos claros.
El rostro de Lorena es el rostro de una mujer enamorada, un rostro que muestra un corazón noble que irradia felicidad. Ah…además, canta como un ángel. Hay tipos suertudos, ¿no, Ernestito?
ZOOM - ¿Por qué te viniste del Beni?
L.V. de J. - En febrero del 2001 vine desde Trinidad para participar en el Show de Las Magníficas, atendiendo a una gentil invitación de Carla Morón, pero yo ya tenía en mente el venir a estudiar a Santa Cruz y, porqué no decirlo, en busca de nuevos horizontes. También se presentó la oportunidad de que viniese a Santa Cruz con la propuesta de grabar un disco, pero decidí que lo del disco debía esperar para poder darle prioridad a terminar mis estudios universitarios, lo cual hice a la par que trabajaba como modelo, formando parte, en primera instancia de la agencia Marca Registrada y luego de Las Magníficas.
ZOOM – Hasta que apareció el “Príncipe Azul”… ¿Cómo se conocieron con Ernesto?
L.V. de J. – Nos conocimos en el 2005, cuando yo cursaba mi último año en la universidad, tuvimos un noviazgo corto durante el cual luchamos muchísimo para poder llegar, gracias a Dios, a un final feliz. Fue más largo el tiempo que estuvimos comprometidos que el que estuvimos como cortejos, todo sucedió en siete meses. Nos casamos en mayo del 2006 y en septiembre de ese mismo año participé en el Show de Las Magníficas, para luego embarazarme en enero del 2007 y dar a luz a Dana el 16 de septiembre.
ZOOM - ¿Cómo ves ahora el modelaje, desde tu punto de vista de esposa y madre?
L.V. de J. – A mí me fascinaría que mi hija siga mis pasos porque, el ser modelo, es algo que te hace desenvolverte de una manera diferente en el mundo. Quizá para algunas personas es malo, pero para otras es algo lindo que disfrutan al asistir a un desfile. Es algo que me agrada mucho y no le veo nada de malo, siempre que uno lleve su vida bajo ciertas normas de respeto, ética, moral y buenas costumbres.
ZOOM – A propósito de este último aspecto, te vimos en días pasados en un programa de TV durante una controversia con una señora ¿…? en relación a ciertos graffitis que hacían alusión a  Las Magníficas…
L.V. de J. – Sí, como dije en la TV, es una pena, sobre todo considerando que esto, que es una agresión, viene de una mujer. A veces, las personas tienen una idea equivocada de las modelos, las consideran mujeres frías, vanas, vacías, que venden su cuerpo, pero no piensan que una modelo es una mujer como cualquier otra, con sentimientos y familia. Muchas hemos estudiado, somos profesionales universitarias, somos madres de familia, tenemos un hogar respetable y consolidado, un esposo que no se avergüenza, en ningún momento, de tener una esposa que es modelo, porque, como cualquier otra profesión o cualquier otro trabajo, nos dio de comer, nos permitió estudiar y superarnos en la vida.
ZOOM - ¿Qué sentiste hacia la persona causante de ese ingrato episodio? ¿Y porqué, crees, que lo hizo?
L.V. de J. – Sentí mucha pena por ella, y pienso que lo hizo porque, quizás,  alguna vez quiso ocupar un espacio de esta naturaleza, pero, yo creo que uno tiene que ubicarse y saber a qué vino a este mundo, cada quién es como es, habrán mejores o peores que nosotros, pero lo natural es conformarse con lo que se es, y  no estrellarse contra las mujeres a quienes Dios dotó de mayor belleza. Tendríamos que agradecer que en nuestra tierra hayan mujeres bellas y, más bien, apoyarlas en vez de tratar de pisotearlas.
ZOOM - ¿Esto, podría haber sido a causa de la situación que vive nuestro país en relación a las regiones?
L.V. de J. – Es posible, porque también hay modelos en La Paz y otras ciudades del interior. De todas maneras, creo que esta persona tiene un resentimiento profundo contra algo, porque su despedida en la TV fue, diciendo: “Que vivan las gordas y que vivan las morenas”… como si no hubieran morenas hermosas, como si no hubieran gordas divinas. Creo que para todo ser humano es muy importante aceptarse y amarse tal cual se es para poder amar y dar algo a los demás.
ZOOM - ¿Tenés pensado seguir con el modelaje?
L.V. de J. – Sí, pero algo tranquilo, ahora mi prioridad es mi hogar, mi esposo y mi hija Dana, que vino a revolucionar nuestras vidas. Estoy viviendo un momento muy especial, tengo mucha dedicación con mi hija, y con Ernesto cumplo  como mujer, como compañera, como amiga, y como amante, si se puede decir. Pero mi responsabilidad como madre es muy grande, porque el sentimiento, las emociones que siento fluir de mí hacia mi hija son inexplicables, creo que solo quien es madre lo puede entender.

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