martes, 22 de marzo de 2011

SI DE PIEDRAS SE TRATA…

Por Hogiers Parejas Añez
Rubén Darío escribió: “Dichoso el árbol que es apenas sensitivo, y aun más la piedra dura, porque esa ya no siente…”
A propósito de las recientes aseveraciones del Canciller de la República, que son de conocimiento público y han dado la vuelta al mundo, se les pasó por alto postularlo al Premio Nobel de Medicina o Fisicoquímica. Porque en las ciencias médicas, el haber descubierto que las piedras tienen sexo es un gran descubrimiento científico, producto de la sabiduría aimara de los pueblos del altiplano de nuestro país. Hubiera tenido bastante chance y méritos para ganar ese preciado y codiciado galardón.
Pediré a mi amigo geólogo Ñaíto, que me recuerde y me instruya respecto a las piedras. Por lo pronto me referiré a las piedras semipreciosas de La Gaiba, a los yacimientos de hierro de Mutún, a que en San Javier y Concepción hay muchas rocas mineralógicas hasta radioactivas, como el uranio, que despiertan la codicia de algunos que pretenden fabricar bombas nucleares. Debo agregar que las piedras constituyen las rocas, imán y magnetita, piedra pómez, cuarzo, feldespato, estratigráficas, ígneas o volcánicas, las lunares, calizas, cantos rodados, etc. El hombre, en sus investigaciones, ha tratado de hallar la piedra filosofal; también poner la primera piedra o piedra fundamental, de hecho, tirar uno la piedra y esconder la mano, la gota de agua horada la piedra, poner piedras en el camino.
Volviendo a las piedras sensitivas, es posible que el dignatario de Estado hubiera visto la tira cómica en historietas, en televisión o en el cine, Los Picapiedras, con Pedro Picapiedras, Pablo Mármol, Wilma y Betty, también Dino, ellos sí tenían, gozaban del sexo en camas de piedra; y tuvieron descendencia y usaban piedrólares, etc.
A los gringos, en general, y en particular a los europeos, les gusta esas manifestaciones folklóricas como las del canciller Choquehuanca, y les sueltan fácilmente la plata a través de las ONG, para ayudar a los pobres de América.
Cuando éramos jovencitos usábamos zapatos de taco de suela y pa` que duren, les hacíamos poner con los zapateros, agujas de vitrola, por consiguiente, al caminar sonaban en los ladrillos de las veredas (tía Domitila decía por nosotros: “Ya vienen los taco e`piedra”, sobre todo a la hora de la siesta). Resulta que nuestros tacos no sonaban en las calles, pues eran de tierra –sin pavimento; recién en la década de los 60 (1966) se iniciaron los trabajos de alcantarillado sanitario y pavimentación- enlosetado, en la capital por el Comité de Obras Públicas, con el 11% de regalías petroleras conseguidas en las luchas cívicas por el Comité Pro Santa Cruz, la Unión Juvenil Cruceñista Roca y Coronado, y las damas cívicas. Entonces no faltó quien le ponga de apodo a algún fulano, “cara é loseta”. Para terminar con sabor humorístico, les contaré que una piedra grande que había a la salida de San Javier, provincia Ñuflo de Chávez, camino a Naranjal, dicen que la partió tío Luis de un solo carajazo, y que se la conocía como la “piedra partida”. En otra piedra de la zona, la de Los Apóstoles, según relatos tradicionales, vivían muchos murciélagos y también los bultos del oriente (cocos, duendes, viuditas, ahorcaos, etc.).

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